“El mercado de las frambuesas es muy volátil y varía cada año”
“Bfruit es una organización de productores de frutos rojos y kiwi ubicada en Portugal con producción en todo el país. Filipa Bragança, directora de Bfruit, afirma que su objetivo es aumentar la producción y añadir variedades únicas a la oferta de Portugal: “Nuestra producción de arándanos se concentra en el norte del país, mientras que la de frambuesas se encuentra en la Costa Vicentina, en el sur. En 2020, Bfruit se unió a la familia Hortifrut, y al mismo tiempo Hortifrut se convirtió también en accionista de Bfruit. Ambas empresas tienen una estrategia común para aumentar la superficie de producción de frutos rojos en Portugal con variedades exclusivas y únicas, compartiendo conocimientos técnicos y ampliando la oferta para el mercado a la vez que añaden valor a toda la cadena”.
Bragança considera que es un negocio que se ha complicado en los últimos años con la aparición de nuevos problemas. “La producción de frutos rojos en general ha sido un reto, no solo en los últimos meses, sino también en los últimos años. Los productores afrontan restricciones de agua, el cambio climático, la ausencia de estaciones como las conocíamos, limitaciones en el uso de productos fitosanitarios, mercados exigentes que demandan numerosas certificaciones, competencia, aumento de los costes de la energía, los carburantes, los insumos y, sobre todo, de la mano de obra para cultivar”.
Para la comercialización de frutos rojos, Bfruit integra la plataforma comercial y de marketing de Hortifrut, algo que, según Bragança, está fortaleciendo su posición en el mercado de estos productos. “Nuestros principales mercados para la frambuesa son Escandinavia, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, España y Portugal. Desde nuestro punto de vista, todavía hay demanda de frambuesas de alta calidad, aunque el año pasado sí notamos una disminución en el consumo, provocada principalmente por un retroceso de la oferta. El año pasado, a mediados de la temporada, en el mercado hubo una gran falta de oferta de frambuesa de todos los orígenes, los precios por kilogramo llegaron incluso a los 16 €. Este año, exactamente en el mismo período, se ofrecía volumen principalmente de Agadir a unos precios de 8 € por kilogramo. El mercado de la frambuesa es muy volátil y varía cada año, ya que todos los actores del mercado planifican su producción de manera diferente cada año y las condiciones meteorológicas tienen una fuerte influencia en los ciclos de cultivo”.
Según Bragança, la exportación de frambuesas se topa con varios obstáculos: “En primer lugar, está la genética. Hay que tener una variedad fuerte con gran vida útil, consistencia y sabor que se diferencie de la competencia. Después está la logística. Los elevados costes de la energía y el combustible hacen que mantener la cadena de frío sea todo un reto. Además, hay que cumplir la normativa y los requisitos de los distintos mercados en cuanto a límites máximos de residuos, envasado y fitosanitarios. Pero también hay que tener en cuenta una agricultura sostenible con métodos de cultivo respetuosos con el medio ambiente y responsables socialmente. Además, el mercado mundial de la frambuesa es muy competitivo. Los productores deben diferenciar sus productos, ofrecer una calidad constante y desarrollar mercados para destacar entre la competencia”.
“Estamos constantemente haciendo inversiones y esfuerzos para encontrar nuevas soluciones para superar estos retos. Invertimos en investigación y desarrollo para mejorar la resiliencia de los cultivos, su resistencia a enfermedades, sabor, color y rendimiento. Bfruit integra tecnología en el cultivo de frambuesas, como la agricultura de precisión para optimizar el riego, monitorear la salud del suelo, análisis de datos y tecnologías de sensores para mejorar la gestión general del cultivo. Hemos desarrollado campos de prueba con el fin de probar nuevas variedades de plantas, híbridos y cultivos genéticamente modificados, identificando y seleccionando las plantas de mejor rendimiento con los rasgos más deseables como resistencia a plagas y enfermedades, aumento del rendimiento o mejora del contenido nutricional”.
Las frambuesas portuguesas se benefician de la brisa atlántica y de su influencia en las condiciones agrícolas, indica Bragança. “La Costa Vicentina tiene un clima marítimo, caracterizado por temperaturas más suaves, lo que crea las condiciones perfectas para la producción de unas frambuesas a la altura de los clientes más exigentes. Estas condiciones meteorológicas, sumadas a una organización muy profesional como Bfruit, nos permiten diferenciarnos de la competencia. Además, apuntamos a diversificar la nuestra presencia en el mercado explorando nuevos destinos para reducir la dependencia de un solo mercado. Para los próximos meses, esperamos exportar alrededor de 2.000 toneladas de frambuesa. Esperamos que las condiciones meteorológicas, las tendencias de consumo y el contexto económico mundial nos permitan tener una temporada próspera”.
*El presente artículo fue tomado del sitio web freshplaza.es fecha de la publicación: 4 de marzo de 2024