Nos encontramos en esa época del año en la que el popular mango Keitt mexicano hace su esperada aparición en los lineales, pero solo por un tiempo muy limitado. Su tamaño imponente y su corta ventana de disponibilidad la convierten en una fruta muy codiciada tanto por consumidores como distribuidores. “La temporada apenas dura seis semanas, y el producto vuela”, afirma Daniel Ibarra, presidente de la empresa estadounidense Splendid by Porvenir.

La cosecha de esta temporada arrancó a mediados de agosto para Splendid, y se espera que concluya poco después de la semana del Día del Trabajo —el primer lunes del mes de septiembre en EE. UU.— un final ligeramente más temprano que en años anteriores. Sin embargo, el volumen total ha sido superior al habitual. “Las temperaturas elevadas aceleraron la maduración de los frutos, lo que comprimió el calendario y concentró la oferta en un corto período de tiempo”, explica Ibarra.

Lejos de ser un inconveniente, las altas temperaturas han contribuido de manera muy positiva a la calidad del mango.