Aliet Green: La innovación y el espíritu pionero impulsan el éxito de las exportaciones.

Pionera es la palabra que mejor describe a Lastiana Yuliandari, fundadora y directora de Aliet Green. Constituida en 2009 en la pequeña población de Yogyakarta, esta compañía no solo es el líder indonesio en producción en comercio justo de productos alimenticios orgánicos y de ingredientes hechos a mano, incluyendo azúcar y jarabe de coco y vainilla, sino también la primera empresa con certificaciones importantes como la Regenerative Organic y la certificación de comercio justo del British Retail Consortium (BRC) y la certificación de Gluten Free, lo que demuestra que los productos de Aliet Green y sus granjas cumplen con las normas más estrictas a nivel mundial en cuanto a salud del suelo, bienestar animal y justicia social. Al mismo tiempo, son los primeros en invertir en el área de Internet Industrial de los  Cosas  (IIot por sus siglas en Ingles), lo que significa que Aliet Green cuenta con la tecnología para revolucionar la industria del azúcar de coco al mejorar la eficiencia, productividad y el control de calidad.

“Nuestro negocio, propiedad de una mujer, nació con la misión de crear un futuro mejor cada día”, en palabras de Lastiana. “Nos propusimos trabajar en beneficio de más personas que son sustento de hogar y de agricultoras y personas con discapacidades en el ámbito agroforestal y para mejorar el bienestar de nuestras comunidades indígenas y ayudarles a enfrentar el cambio climático”.

Aliet Green ya ha recibido varios reconocimientos, y el más reciente, este año, fue en la COP29, realizada en Azerbaiyán, donde obtuvo el reconocimiento a la categoría de Mejor Emprendimiento Local gracias sus iniciativas innovadoras para empoderar comunidades en la primera fila de combate de la crisis climática. “Me sorprendió mucho, ya que no pensábamos ganar”, acota Lastiana.  “Este reconocimiento no solo es para mí, sino que premia a todos los que hacen vida en Aliet Green”. Esta empresa social emplea a 100 personas, siendo el 70% de ellas mujeres, quienes laboran en amplias instalaciones de procesamiento y oficinas y que colaboran directamente con cerca de 1500 agricultores en Indonesia. Aliet Green también recibió el reconocimiento a la mejor Pequeña Empresa en la Cumbre de Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios en 2021, un reconocimiento en el área agrícola otorgado por WEConnect International en 2022, y fue finalista en la categoría de Ingrediente Sostenible en la Cumbre de Alimentos Sostenibles de 2018.

Lastiana también manifiesta su entusiasmo respecto a otro reconocimiento. “Acabamos de firmar un acuerdo con el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para recibir un financiamiento proveniente de Global Affairs Canada, el cual nos ayudará a desarrollar una aplicación móvil de rehabilitación regenerativa y trabajo comunitario, destinada a ayudar a las comunidades de mujeres y personas con discapacidad en el sector agrícola”, agregó Lastiana.

La entrada de Aliet Green en el mercado internacional comenzó después de su presentación en un evento comercial en Estados Unidos en 2013. “Para ese momento, no había muchos productos con endulzantes saludables alternativos y ninguno que fuera más ecológico que la caña de azúcar”, sostiene Lastiana.  Hoy en día, Estados Unidos es su mercado más grande. La empresa les vende a fabricantes de alimentos con conciencia, así como a mayoristas y compradores de marcas propias que desean crear historias de alimentos con impacto. El azúcar de coco de Aliet Green es orgánico e hipoalergénico y tiene múltiples aplicaciones, desde endulzar chocolate y bebidas hasta su adición en ensaladas e incluso, una cerveza saludable.

La compañía exporta a Reino Unido y Suiza, y este año, comenzó sus pruebas en el mercado canadiense, con el apoyo de TFO Canadá, tras su participación en la feria SIAL de Montreal. Después de ello, concretaron su primera orden. Destaca su fundadora: “La orientación en mercadeo para la exportación que recibimos de TFO Canadá antes de unirnos a la misión comercial en la SIAL me ayudó a prepararme para el evento y saber cómo responder a los clientes potenciales. Fue como ir descubriendo más capas del negocio y saber cada vez más sobre el mismo y sobre Canadá”.

La exportación ha demostrado ser una buena estrategia de desarrollo, algo que ya Lastiana había predicho. “Desde el punto de vista económico, he visto cómo nuestros agricultores, la mayoría de ellos mujeres y personas discapacitadas, pueden obtener precios premium, mientras que en lo social, pueden acceder a un mercado más amplio que los ayudará a sostener a sus familias. Quiero que se nos reconozca como una empresa internacional. Es un desafío y una oportunidad, al mismo tiempo”. En lo personal, agrega Lastiana, “uno abre la mente al mundo exterior. Puedo entonces aprender de diferentes culturas y puntos de vista”.

Entre los desafíos que enfrenta su negocio se encuentran los retrasos de entrega y el aumento de los costos de carga como resultado de la pandemia de la COVID, situaciones que limitaron los flujos de caja y forzaron a su propietaria a recortar algunos turnos de trabajo. Al mismo tiempo, Lastiana tuvo que procurarse y garantizar algunas ayudas financieras para pagar gastos como la participación en eventos. Su consejo para otras PyME que se expanden hacia lo global es que verifiquen las regulaciones de los otros países, que sean pacientes con las diferencias culturales y tengan sensibilidad respecto a los precios, al tiempo que fomentan la confianza de los compradores y crean nuevas soluciones mutuas. La fundadora destaca que TFO Canadá puede constituir un recurso muy útil para las PyME que quieren comenzar a exportar y necesitan apoyo. Otro servicio útil que recibió de TFO Canadá en el marco del programa Mujeres en el Comercio para el Crecimiento Sostenible fue capacitación en el área de responsabilidad social corporativa, lo que la ayudó a determinar el desempeño positivo de Aliet Green en esta área, tanto a nivel interno como externo.

Lastiana ya se prepara para ser pionera en otra nueva iniciativa innovadora. A pesar de que Indonesia típicamente goza de 12 horas de luz diurna, “nadie está aprovechando la energía solar acá,” afirma. “Mi meta es construir la primera fábrica regenerativa con energía solar y propiedad de una mujer”.

A TFO Canadá le complace ser testigo de la  implementación de estrategias facilitadas en el marco de capacitaciones a las PyME y mejorar el acceso de estas empresas a los mercados internacionales, por medio de la participación en ferias comerciales. Estamos comprometidos con la igualdad de género en nuestro trabajo, al crear alianzas comerciales sostenibles para los exportadores de países en desarrollo. Queremos agradecer a Lastiana Yuliandari por compartir sus experiencias.